Cuando veas a otras personas que tienen, hacen o son lo que crees o sientes que tienes que tener, estar haciendo o ser tu, que no te entre el desánimo. No te dejes inundar por la envidia. Utiliza esa energía para transformar la envidia en admiración y el deseo en acción.
Da el máximo en cada situación. Como has escuchado muchas veces, puedes ser la mejor versión de ti misma. Céntrate en tus fortalezas y no en las fortalezas de los demás. Y si miras tus debilidades, se justa y observa también las que tienen las otras personas. Sólo así la envidia te sanará.
Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento. Observa lo que comes, cuánto, cómo, porque y para qué comes. La alimentación afecta a tu estado de ánimo, a tu actitud ante los proyectos que tienes entre manos. La salud del cuerpo donde habitas es tu responsabilidad.
Simplemente se trata de cambiar un hábito por otro. Ese hábito que entró en ti de manera inconsciente y que ahora lo sacas con determinación.
La fuerza de voluntad ahora es la mala de la película. Llámala determinación, tu elección, disciplina, etc.. Da igual, decide cambiar ese hábito que ya no te ayuda por el que deseas incorporar.
Para tu mente. El 90% de tus pensamientos son reiterados, tóxicos y no te conducen a nada. Para, respira y sal del estado de activación y preocupación.Toma la decisión de estar presente en lugar de abandonarte al pensamiento inútil.
Da el máximo en tu descanso. Toma en serio tu descanso. Ocio rico y entretenido. Ten una cita contigo cada día y busca momentos de silencio. Dormir 8 horas diarias son necesarias para que te repongas y repares de lo vivido en el día. Recibirás la respuesta si duermes entregando con confianza tu situación.
Estate presente. Retírate, haz meditaciones y relajaciones diarias si observas que estas compulsivamente actuando como pollo sin cabeza. Las relajaciones tensión – distensión te vienen bien para disminuir tu ansiedad u obsesiones.
Las ideas las tienes, en las creencias habitas. Observa cómo algunos pensamientos se han convertido en ti en verdades absolutas. Indefensión e impotencia aprendida que hoy no te permite ver otra puerta de salida. Mira bien!
Utiliza la mente para prever, planificar y organizar pero no dediques más tiempo a programar, reflexionar y cuestionarte … que a vivir. Obsérvate como tienes encendida la mente permanentemente aunque no la necesites para pensar.
Observa las creencias que te limitan, y apóyate si es necesario en las que te animan. Pensamientos, opiniones, juicios y creencias también es un tipo de alimento que te afecta más de lo que te imaginas.
Actívate, mueve tu energía, ponte en marcha, sal, levántate y anda si observas que te estás marchitando.
Si quieres disponer de una pensamiento de calidad necesitas utilizar de forma consciente este interruptor como el interruptor de la luz sólo, cuando sea necesaria. Estamos averiados cuando estamos al servicio de la mente y no la mente a nuestro servicio. Tan importante como saber parar es cómo saber ponerte en marcha o en funcionamiento.
Una de las averías principales y frecuentes en el ser humano se da en el interruptor de encendido y apagado de nuestra mente. La reparación del botón on-of no sólo es la base de la productividad si no la llave de nuestra felicidad.
Si sientes que andas pero no avanzas, no te inundes en la frustración , solo necesitas encontrar otra manera. Refuérzate por cada pequeño logro que consigas. Pon la atención en todo lo que te vaya haciendo sentir bien ( sin confundir bienestar con felicidad ). Sigue intentándolo, si no la mediocridad reinará en tu vida y no serás tú. Si sigues avanzando, pasarás la línea de no retorno del despegue del avión.
Escribe tus propósitos, dones y talentos. Encuentra en lo que eres buena y practícalo al máximo. Desde la confianza y abundancia vive tu propósito con perseverancia. Elimina de tu mente cualquier pensamiento que choque con lo que sea tu propósito, dones y talentos. No te escuches cuando te digas que no es posible o no merece la vida. Agradece a la vocecita que te invita a no seguir, y sigue hacia delante.