Estáte Presente también en las actividades cotidianas, como por ejemplo en el comer. Al centrarte completamente en el acto de comer, los alimentos y lo que ocurre mientras comes. Comenzarás a disfrutar de verdad de la comida.

Concéntrate totalmente la atención en el proceso de comer, en todos los sabores, olores, pensamientos y sensaciones que surgen durante una comida. Sacarás más jugo a la vida, aprende a sintonizar con la propia sabiduría del cuerpo en lo relativo a qué, cuándo y cuánto comer. Identificar tus hábitos y pautas alimentarias, descubre qué anhelas de verdad. ¿Qué, cuándo, cómo, por qué y para qué comes?. Descubre si tu tienes hambre o el hambre te tiene a ti. Hay otros caminos para satisfacer eso que “sientes necesitas”.

Aprende a reconocer las diferentes clases de hambre en ti; hambre mental o de corazón, hambre visual, olfativo, kinestésico, hambre estomacal, bucal o celular, el hambre que en realidad es sed.

Descubre que en ocasiones es otro tipo de hambre y que necesitas satisfacer con otros alimentos. La belleza, la fragancia, sensaciones, cantidades y tipos diferentes de alimentos, agua, minerales, vitaminas, calmar la mente, intimidad.

¿Cuál es tu asignatura pendiente? Dejar el café, los dulces y la comida rápida, dejar ciertos hábitos y rutinas adquiridas, comer despacio, saborear…

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