Puedes relacionar el silencio con la tristeza, ansiedad o una sensación extraña de malestar.

Al retirarte del ruido externo y entrar en tu silencio interior te encontrarás con varias puertas. Primero atravesarás la puerta de la inquietud corporal. Posteriormente el ruido mental y pensamientos, para llegar a toparte con tus sombras y antiguas heridas.

Tienes la libertad de abandonarlo o también puede probar a continuar un poco más en ese estado de silencio interior y/o exterior.

Observaras cómo después surgirá algo nuevo.

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