Estar sola solía ser un modo de reflejarte a ti misma y de reinvertante. Las redes sociales te hacen olvidarte de ti misma durante un rato y te da la posibilidad de desconectarte.

Has aprendido que una conexión no es un vínculo y que muchas conexiones tampoco reemplazan un vínculo significativo. En las relaciones humanas, la cantidad no reemplaza la calidad.

Cuando escribes y subes fotos a fb no tienes a nadie a quién mirar a los ojos. No tienes competencias para relacionarte en ese nuevo entorno. Bombardeas con datos y no tienes la habilidad para gestionar toda esa información. Se más consciente en la forma en la que relacionas con los demás y cómo te conectas con el mundo.

Haz pausas intencionales, los puedes llamar momentos humanos. Apártate de pantallas, móvil, dispositivos electrónicos. Presta únicamente atención a la persona con la que te encuentras. Incluyéndote a ti misma. El tiempo que pasas mirando una pantalla es tiempo que no miras a una persona a los ojos. La conexión emocional que logras cuando conversas con otra persona depende en buena medida de cuántas veces os miráis a los ojos. El contacto visual es la forma más intensa de comunicación no verbal.

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