Ante ese equipo: Ponte al servicio de la totalidad, sin juicios, involucrada y a la vez alejada, en un lugar temporal, viendo la parte y también al mismo tiempo el todo. Usa tu conocimiento interior para enfocar  funciones, lugares, hechos, y soltar tus juicios.

¿Qué puedes hacer con los síntomas de tu equipo? ¿Cómo actúas ante los síntomas de un equipo? ¿Qué sintomas tiene tu equipo? ¿Qué necesidades no están cubiertas?

Lo que ves como problemas no es otra cosa si no los síntomas que produce su poder de auto regulación. Esos problemas- síntomas son una señal para absorber la atención y una solución para atender una necesidad fundamental.

Cuando los síntomas están presentes constatemente, duran demasiado, las causa son irreconocibles, la energía desaparece del sistema y los tratamientos habituales caseros no dan resultados, acude con tu equipo al centro de salud más cercano.

Recuerda que los problemas son soluciones. Si lo ves como una solución, no habrá negación o resistencia. Responde: ¿para qué este problema una buena solución? Gracias a la señal podrías descubrir cuál es la raíz del problema.

Sabes que el total en un equipo es más que la suma de las partes, pero tal vez no tengas en cuenta que un equipo siempre es parte de otro sistema, que quiere sobrevivir, y para ello necesita un intercambio constante con otras partes del sistema, o sistemas.  El equipo sabe como autoregularse manteniendo el equilibrio dinámico entre conservación e intercambio, pero las partes del sistema sirven al todo.

Algunas preguntas poderosas que te puedes hacer sobre ese equipo: ¿Cómo fue la gestación de este equipo? ¿Deseado, no deseado? ¿Para qué nace este equipo? ¿Cómo ha sido su historia? ¿Cómo ha ido incorporandose cada parte al equipo?. Toda parte que pertenece tiene el derecho de un lugar claro, un orden y un equilibrio claro entre tomar y dar. ¿Cuándo nació el problema? ¿Qué paso? ¿Cuáles son los hechos? ¿pasa lo mismo en otros lugares en diferentes momentos? ¿Todo está en su lugar?

Acepta lo que es. Todo está bien. Gracias Anton de Kroon por tus enseñanzas.

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