La palabra que nace del silencio es de otra naturaleza. El silencio limpia, repara y fortalece. Hay una diferencia entre reacción y acción.
Antes de comenzar la jornada laboral busca unos momentos de silencio. Al terminar tu día encuentra esos minutos de silencio. Durante unos minutos, simplemente observa cómo juega tu mente. Cada mente tiene un juego al que le gusta jugar, descubre cuál es el tuyo.