¿Se te ocurre la brillante idea o réplica aguda justo cuando es ya demasiado tarde?
El espíritu o síndrome de la escalera se llama a ese momento en que te das cuenta de algo que tenías que haber hecho o dicho en una determinada situación, pero que ya es demasiado tarde. Entonces te sobreviene el pesar por no haber tenido lucidez en el momento oportuno. Es el estado de frustración que sentimos cuando no tenemos la respuesta en ciertas situaciones.
Yo analizo una y otra vez la situación en mi cabeza, arrepintiéndome de mi reacción y en ocasiones considerándolo un fracaso. Me quedo con la sensación de no haberlo dado todo, de no haber mostrado la mejor versión de mi misma. ¿Te quedas tú también deseando una segunda oportunidad, cuando ya no es posible?
El concepto “L’esprit de l’escalier” se atribuye al filósofo Diderot ( s.XVIII ) quien se enzarzó durante una cena en un debate sobre un tema que dominaba a fondo, sin embargo aquella noche no supo argumentarle a su contrincante con ninguna respuesta inteligente. Diderot, bajando la escalera, recordando el humillante momento, buscando en vano la réplica perfecta, encontró esta brillante respuesta justo al llegar al pie de la escalera. ¡Qué pena no haber tenido la presencia mental para encontrar las palabras adecuadas cuando más lo necesitaba!
La próxima vez que te enfrentes a uno de esos momentos intensos, imagínate que los abordas con confianza y entusiasmo en lugar de con dudas y miedo. Imagínate que sientes cargado de energía y a gusto en tu piel mientras estás allí. Libérate de los miedos de cómo los demás te juzgarán. Imagínate que dejas atrás esos momentos sin reprocharte nada, sintiéndote satisfecha por haber dado lo mejor de ti, sea cual sea el resultado perceptible.
Expresa confianza, desenvoltura y entusiasmo apasionado. No dejes que te espere ningún espíritu debajo de las escaleras. Da lo mejor de ti misma en cada momento, desde la PRESENCIA.
